Adelgazar en el supermercado

El supermercado puede ser un lugar intimidante para cualquiera que quiera perder peso, porque está lleno de tentaciones. Si quiere empezar a adelgazar en el supermercado, le proponemos un conjunto de pautas saludables de compra que tú también puedes adquirir.

  • Ir con una lista de compras: Así sólo compras lo necesario. Las compras por impulso suelen ser las que más engordan y también las más caras en la relación calidad-precio. Mantener una lista permanente de alimentos básicos tipo legumbres, pan, arroz y pasta integral, frutas y verduras de temporada además de lácteos simples tipo leche y yogur es una buena estrategia.
  • Ir sin hambre, sin prisa, descansado y sin aglomeraciones: Evitarás caer en las tentaciones fáciles que quitan el hambre pero que no te aportan más que grasa y azúcar, tendrás más tiempo y variedad para elegir y leer las etiquetas. No te supondrá un suplicio el tener que esperar largas colas para la carnicería, pescadería, caja, etc.
  • Investigar los congelados: La sección de congelados del supermercado suele tener mala reputación, pero son mucho más que nuggets de pollo y pizza. Las verduras congeladas, por ejemplo, es de los mejores alimentos congelados que se pueden comprar, ya que fueron congelados nada más ser recolectados. La fruta congelada, más barata que la fresca y la podemos encontrar y consumir todo el año.

Si quiere adelgazar en el supermercado, es mejor evitar los congelados, además salen más caros que hacerlo uno mismo. Los helados, evite incluso las opciones “light-saludables”. Mejor opción es comprar yogur griego y congelarlo, luego agregue frutos secos o mermelada sin azúcar al gusto.

Otros consejos para adelgazar en el supermercado

  • Comprar en temporada: Conseguirás productos de mejor sabor, calidad y precio.
  • Aperitivos y bocados sanos: Los aperitivos o bocados entre horas son un escollo importante a la hora de seguir una dieta. Tratar de suprimirlos es muy difícil, pero comprar picoteo saludable que sacie nuestros antojos de dulce o salado en lugar de dulces, golosinas o salados muy procesados es una buena alternativa.
  • Leer las etiquetas: Las etiquetas de los alimentos le informan sobre los datos nutricionales, le ayudan a escoger alimentos más saludables.

Primero hay que verificar el tamaño de la porción, porque en ella se basa toda la información de la etiqueta y muchos paquetes contienen más de una porción. Luego, verifique los carbohidratos totales ya que estos carbohidratos elevan su azúcar en la sangre. Compre alimentos que tengan al menos de 3 a 4 gramos de fibra vegetal por porción. La información calórica le indica el número de calorías en una porción. Verifique la grasa total en una porción, especialmente la cantidad de grasa saturada y las grasas trans y escoja alimentos que sean bajos en ambas. Las grasas trans son las que elevan su colesterol «malo» y reducen su colesterol «bueno». Y por último, el sodio, ingrediente principal de la sal.

Compare las etiquetas de productos similares y escoja la de valores más saludables

  • Verificar la fecha de vencimiento: Evite los alimentos envasados, contribuirá a conservar el planeta más limpio. Si no puede evitarlos, mire la fecha de vencimiento de los alimentos y si se caduca en dos años, probablemente contenga valores altos en sodio y conservantes.
  • Ignorar las ofertas de ciertos productos: Cuando tus galletas favoritas están a mitad de precio te sientes mal por no comprarlas. Aquí es muy útil tener una lista y mucha voluntad para no caer en la tentación. Lo ideal es comprar artículos de oferta si están en la lista, ya sea la marca habitual o usar la oferta como excusa para probar una marca nueva o que nunca hayamos probado. Deberíamos tomarnos las ofertas como una oportunidad para probar algo nuevo y no para abastecernos de comida-basura.

Recuerda que todo lo que no lleves a casa del supermercado no acabará en tu estómago y, por lo tanto, no te hará engordar.