Alergia a la leche, como superar los síntomas

Los niños con alergia a la leche por lo general lo que deben hacer es evitar los productos lácteos. Si ingieren leche o queso pueden sufrir síntomas que van desde leves picazones u hormigueos, hasta peligrosos shocks anafilácticos, que incluso podrían ser fatales.

No debemos confundir esta alergia con la intolerancia a la lactosa, el azúcar de la leche. La intolerencia significa que el individuo no es capaz de digerir bien los alimentos que contienen lactosa. La alergia a la leche es mucho más seria, y se puede producir al reaccionar nuestro organismo contra las proteínas de la leche.

Cómo superar la alergia a la leche

No obstante, un reciente estudio ha encontrado nuevos indicios sobre como superar esta alergia. Al parecer lo niños que comían bollos de leche horneados con el paso del tiempo (meses e incluso años) vieron disminuir e incluso desaparecer los síntomas de la alergia antes que aquellos niños que optaron por no consumir productos lácteos.

Hay que tener en cuenta que no todas las personas con alergia a la leche la sufren con la misma intensidad. En ocasiones son casos transitorios, y de hecho en el estudio se observaron resultados más positivos en niños que desde un principio habían sido capaces de tolerar los bollos de leche, cuando hay personas alérgicas que ni si quiera podrían probarlos.

En cualquier caso, y según los científicos, estos resultados son un claro ejemplo de que habría que trabajar en enfocar los tratamientos para alergias a los alimentos de manera más personalizada. Para ellos un único método está claro que no es adecuado para todos los niños con alergia a la leche. Como se ha observado, hay niños que no tienen por qué dejar radicalmente de tomar alimentos con leche.

En la investigación contaron con la colaboración de casi un centenar de niños alérgicos a la leche con edades comprendidas entre los 2 y los 17 años. Les estuvieron suministrando productos horneados que incluían leche entre sus ingredientes. Los resultados se compararon con un grupo de niños similar que había seguido un tratamiento estándar, es decir, evitando totalmente la leche y sus derivados.

Casi la mitad de los niños en el grupo experimental fueron capaces de consumir productos lácteos como leche desnatada o yogur sin tener reacciones alérgicas al final del período de estudio. En cambio, en el grupo que siguió el tratamiento estándar, sólo 1 de cada 4 fue capaz de superar la alergia. Esto quiere decir que el tratamiento experimental prácticamente duplica la efectividad del tratamiento tradicional.

La idea que subyace en el tratamiento experimental es que al calentar los bollos de leche se modifica la forma de las proteínas en el mismo. Esto disminuye la posibilidad de que el sistema inmune reacciona contra ellos.

Más información en The Journal of Allergy and Clinical Immunology