La alimentación influye en los ojos

En colaboración con la nutricionista Matilde Sánchez-Bayton, la empresa de ópticas Alain Afflelou presentó hace unos meses un informe que relacionaba nuestra nutrición con nuestra salud visual con título “Vemos lo que comemos”.

En la cultura popular se suele relacionar determinados alimentos con una buena salud visual, por ejemplo ¿quién no ha oído que las zanahorias son buenas para la vista?. Pues esto lejos de ser un mito o leyenda urbana es una realidad demostrada.

Los resultados del informe han determinado qué alimentos y nutrientes inciden directamente en nuestra calidad visual, previniendo ciertas deficiencias, molestias e incluso algunas enfermedades como la degeneración macular, las cataratas, el glaucoma, la fotofobia o la retinopatía diabética.

Degeneración macular

En lo que se refiere a la degeneración macular, conviene incluir en nuestra dieta los alimentos ricos en carotenoides – pigmentos naturales presentes en ciertos tipos de frutas y verduras – ya que proporcionan al ojo una valiosa protección. La luteína y la zeaxantina son los dos principales carotenoides encontrados en la mácula y en la retina, lo que sugiere que proporcionan protección a los ojos.

Para consumir carotenoides procedentes de los alimentos es necesario comer al menos cinco raciones de frutas y verduras al día. Más concretamente, encontramos la luteína en el kiwi, las uvas rojas, el calabacín y la calabaza. La zeaxantina en las naranjas, el melón dulce, el mango y la papaya. La yema de huevo y el maíz proporcionan la mayor cantidad de luteína y zeaxantina en combinación. Las verduras de hoja verde como el brécol, las espinacas o los guisantes verdes son otra fuente de estos suplementos, así como la naranja y la zanahoria.

Cataratas

Se estima que las cataratas son la principal causa de ceguera en el mundo, especialmente cuando pasamos de los sesenta años. Si queremos prevenir la aparición de esta enfermedad que vuelve opaco el cristalino, el informe nos recomienda incluir en nuestra dieta alimentos ricos en Vitamina C, la cual la encontramos principalmente en cítricos, perejil, brócoli y col de bruselas.

También la vitamina E tiene un papel importante en la prevención del riesgo de padecer cataratas y la ya mencionada degeneración macular. Para ello, las mejores fuentes son aceites vegetales, yema de huevo, nueces y semillas, aguacates, salmón, atún y langosta.

Glaucoma

La pérdida de visión causada por el glaucoma es irreversible, por lo que las revisiones oculares, y especialmente la toma de medida de la tensión ocular, son imprescindibles para una detección precoz de esta enfermedad. Según el informe, el consumo de ácidos grasos Omega 3 juega un papel importante en la visión.

Al parecer, altas dosis de Omega 3 pueden disminuir el riesgo de padecer enfermedades de los ojos relativas a la edad como la ya mencionada degeneración macular. Además es curioso que las poblaciones con dietas altas en aceites Omega 3, como los esquimales, tienen una incidencia muy baja de glaucoma de ángulo abierto en comparación con otras poblaciones. Si queremos incluir Omega 3 en nuestra dieta debemos consumir salmón, caballa, atún, bacalao y sardinas.

Fotofobia

Quizás no lo sabías, pero la carencia de Vitamina B12 (riboflavina) hace que los ojos se vuelvan sensibles a la luz, lo que se conoce técnicamente como fotofobia. Esta vitamina, presente en el pigmento de la retina, permite que los ojos se ajusten a esos cambios de luz. Si queremos incluir en nuestra dieta la vitamina B12 entonces debemos recurrir al hígado, carne de ternera, cerdo y cordero magros; pan integral, lácteos y setas crudas. Aparte de esto, comprar una gafas de sol es una de las mejores opciones.

Retinopatía diabética

La retinopatía diabética merma nuestra visión lesionando diminutos vasos que nutren los ojos con sangre rica en oxígeno debido a un nivel de glucosa crónicamente elevado. Además, se trata de una causa importante de ceguera, cuyos síntomas tardíos consisten en disminución generalizada de la visión.

Aparte de hacer deporte, para prevenir este problema se recomienda comer verduras frescas, frutas y cereales integrales con un consumo adecuado de proteínas y grasa rica en omega 3. Además habrá que evitar ciertos ingredientes como el azúcar, las grasas trans, la harina refinada o el glutamato monosódico, que se añade a numerosos alimentos como potenciador de sabor, que se sabe que contribuye al glaucoma.