Cómo usar una panificadora

La maquina panificadora es un electrodoméstico que en los últimos años se ha puesto más de moda, ya sea porque el pan de los supermercados es casi un chicle de harina o bien porque el pan de algunas franquicias de panadería deja bastante que desear… Por contra, usar una panificadora es algo bastante sencillo, realmente ella hace la mayor parte del trabajo y en la mayoría de los casos los resultados suelen ser más que satisfactorios.

La panificadora se trata básicamente de un recipiente antiadherente, el cual en su interior incorpora unas hélices desmontables en la base, para el amasado. El recipiente puede ser único, aunque hay máquinas que tienen la opción de usar dos recipientes pequeños. Bajo el recipiente se alojan unas resistencias eléctricas, que son las que proporcionan el calor para el fermentado y el horneado.

Dependiendo del tamaño del recipiente podremos hacer panes de diferentes tamaños, ¾ de kilo, 1 kilo e incluso más. Aparte uno puede seleccionar el grado de tostado, según nos guste el pan más o menos cocido.

Pero no sólo se trata de hacer panes, también nos permite preparar otro tipo de masas para elaborar pizzas, repostería y otros tipos de panes que necesiten fermentación, así como mermeladas e incluso estofados (si eso echa un vistazo a estas recetas para panificadora). La gran ventaja de la panificadora a la hora de elaborar masas, es que es capaz de amasar y fermentar sin cambios de temperatura, lo cual garantiza un buen resultado.

Si quieres iniciarte al mundo de la panadería, la panificadora es una muy buena opción, su uso es bien sencillo y desde luego consume mucho menos watios que un horno. Más adelante, si te animas puedes ir a aprendiendo a hacer el amasado a mano, una actividad bastante relajante.