Cómo usar el apio

Cuando vayamos usar el apio, a la hora de ir a comprar debemos descartar los que estén blandos, con manchas o puntos secos, así como aquellos que tenga los tallos superiores de color blanco. Lo ideal son apios con tallos gruesos, firmes y crujientes de color verde claro, fíjate también en la hojas, que estén verdes y frescas o como mucho levemente marchitas.

Lo suyo, como la mayoría de verduras, es consumirlo el mismo día, pero si tenemos que conservarlo, lo suyo es que no esté en el frigorífico más de dos o tres días. Otra opción es escaldarlo unos tres minutos y luego congelarlo, pero entonces cuando vayamos a usarlo habrá perdido su textura crujiente.

Propiedades del apio

El apio realmente no aporta mucha energía a nuestro organismo, de hecho después del pepino es la hortaliza que menos valor energético tiene. A cambio aporta una buena variedad de vitaminas, aunque tampoco en grandes cantidades.

Realmente la mayoría de propiedades beneficiosas que se atribuyen se deben a su aceite esencial y al potasio, un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal.

Recetas con apio

Si te gusta el apio y deseas preparar algunas recetas originales con este ingrediente, aquí tienes varias opciones:

  • Sopa Vichyssoise de apio y peras, una sopa ligera y cremosa, al estilo de la clásica vichyssoise pero customizada al emplear otros ingredientes. Lo bueno es que la puedes tomar tanto fría como caliente.
  • Sopa de apio verde y pollo, una rica y sana combinación de carne de ave y hortalizas donde predomina el intenso aroma y sabor del apio.
  • Sopa de apio y peras al riesling, se podría decir que es una variación de la primera con un toque del famoso vino blanco alemán Riesling, si no consigues este vino siempre se puede reemplazar por un buen vino blanco, si es de aguja aún mejor.