Obesidad e incultura van de la mano

Para muchos especialistas en nutrición no cabe duda que, aparte de los genes, la incultura y la falta de estudios contribuyen notablemente en la mala alimentación que llevan muchas personas, causándoles sobrepeso y obesidad a medio y largo plazo.

En España, Andalucía es la comunidad que arroja peores cifras en las tasas de obesidad, mucho se habla de la dieta mediterránea por estas tierras, pero no todos se aplican el cuentos, y mucho son los que hacen poco o ningún ejercicio a lo largo de la semana. Si la media de España es de un 28% de personas obesas, en Andalucía la media sube al 34%, seis punto más que la media nacional.

En cifras, se estima que una persona sin estudios tiene hasta cuatro veces más riesgo de ser obesa que una persona con estudios universitarios. La falta de información, de educación, y en definitiva las desigualdades sociales y económicas empujan a una buena parte de la población a sufrir la obesidad.

Otro de los grandes males de nuestra sociedad actual, y que sin duda se suma al resto de factores, es el excesivo sedentarismo. Apenas hacemos ejercicio, nos encanta socializar a través de las redes sociales y en las terrazas de los bares, pero no se nos ocurre que también podríamos realizar esto al realizar actividades deportivas.

Si la cosa no cambia, en los próximos años seguirá en aumento el número de casos con obesidad y diabetes de tipo 2. La personas obesas no lo son únicamente porque coman más, que no siempre es el caso, lo pueden ser por culpa de los genes, la falta de educación, la incultura, o por su entorno personal y familiar.

Es importante que las personas obesas se impliquen, e igual que la sociedad les brinda su apoyo, ellos se deben esforzar por llevar una dieta y una vida más saludable.

Por otro lado, ya se baraja desde hace un tiempo la posibilidad de de crear un «impuesto» a las personas obesas, un poco como ocurre con el tabaco. Obviamente no es que se vayan a censar las personas obesas, sino que a sabiendas de que los mejores medicamentos suelen ser los más caros, las administraciones solo cubrirían los gastos de los medicamentos más baratos, de modo que si uno quiere un tratamiento más efectivo tendrá que pagar más de su bolsillo.