Grasas. La buena, la fea y la mala. 2ª Parte

En el anterior post hablábamos sobre las grasas saludables. En este veremos por qué el colesterol es necesario y conoceremos que son y para que sirven las lipoproteínas.

El colesterol, la grasa “fea”

El colesterol es necesario porque interviene en ciertas  funciones vitales para nuestro cuerpo: forma parte de la capa exterior de las membranas celulares, siendo esencial para la permeabilidad de la misma. Está implicado en la producción de hormonas sexuales (andrógenos y estrógenos). Es esencial para la producción de las hormonas que liberan las glándulas suprarrenales. Ayuda en la producción de la bilis. Convierte luz del sol para la vitamina D. Es importante para el metabolismo de las vitaminas liposolubles, como las vitaminas A, D, E, y K…

Sin embargo, tu cuerpo produce suficiente colesterol para satisfacer sus necesidades. Así que, en teoría, no es necesario consumirlo aunque lo encontramos en alimentos de origen animal: como la carne y los huevos.

Un exceso de colesterol en la dieta puede aumentar tu nivel de colesterol LDL, aunque no tanto como lo haría con el consumo de grasas saturadas. Esto aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidente cerebro vascular.

La mayoría de los alimentos que contienen grasas saturadas también contienen colesterol, así que es recomendable limitar su ingesta. Sin embargo, tu cuerpo produce suficiente colesterol para satisfacer sus necesidades. Así que, en teoría, no es necesario consumirlo aunque lo encontramos en alimentos de origen animal: como la carne y los huevos.

El colesterol es transportado en la sangre por moléculas llamadas lipoproteínas. Una lipoproteína es cualquier complejo o compuesto que contiene lípidos (grasas) y proteínas. Hay tres tipos principales de lipoproteínas:

LDL (lipoproteína de baja densidad) – El llamado «colesterol malo». La LDL transporta el colesterol desde el hígado a las células. Este colesterol es el que puede contribuir a la formación de placas en las arterias, un síndrome conocido como aterosclerosis.

HDL (lipoproteína de alta densidad) – El llamado «colesterol bueno». Los expertos dicen HDL previene la enfermedad arterial. HDL hace lo contrario de LDL, lleva el colesterol de las células de vuelta al hígado. En el hígado o bien se descomponen o se expulsan del cuerpo como residuos.

Triglicéridos –  junto con el colesterol, forman los lípidos plasmáticos (grasa en la sangre). Los triglicéridos de la sangre provienen de las grasas en los alimentos, o se hacen en el cuerpo a partir de otras fuentes de energía, tales como hidratos de carbono. Las calorías que consumimos, pero que no se usan inmediatamente, se convierten en triglicéridos y se almacenan en las células grasas. Cuando tu cuerpo necesita energía, y no usas la comida como fuente de energía inmediata, los triglicéridos serán utilizados para conseguirla.

En el siguiente post hablaremos sobre las grasas nocivas y os daremos algunas recomendaciones saludables sobre el consumo de todas ellas.