Grasas. La buena, la fea y la mala. 1ª Parte

La mayoría de los alimentos contienen diferentes tipos de grasa. No es necesario eliminar toda la grasa de tu dieta ya que algunas grasas son buenas y necesarias para tener buena salud. Lo conveniente es elegir los tipos de grasa saludables y luego disfrutarlas con moderación.

El cuerpo produce su propia grasa a partir del exceso de calorías. La grasa es uno de los tres macronutrientes, junto con las proteínas y los hidratos de carbono, que proporcionan energía al cuerpo. Las encontramos tanto en alimentos de origen vegetal como animal y son esenciales para su salud, ya que intervienen en ciertas funciones vitales.

Por otro lado, están las grasas que nos afectan de manera negativa a nivel cardiovascular o contribuyendo al desarrollo de otras enfermedades tales como la diabetes, la obesidad o el cáncer.

La investigación acerca de los posibles daños y beneficios de las grasas (a veces llamados ácidos grasos) está en constante evolución. Éstas sugieren que debemos centrarnos en comer grasas saludables y evitar las grasas nocivas.

La grasa buena: monoinsaturadas y poliinsaturadas

Las grasas monoinsaturadas está presente en las grasas animales y aceites vegetales, especialmente en el aceite de oliva. El consumo de alimentos ricos en este tipo de grasa mejora los niveles de colesterol en la sangre, reduciendo el riesgo de sufrir enfermedades del corazón. También regula los niveles de insulina y azúcar, especialmente útil si padeces diabetes tipo 2.

Las grasas poliinsaturadas se encuentra principalmente en alimentos de origen vegetal y aceites. El consumo de alimentos ricos en grasas poliinsaturadas mejora los niveles de colesterol en la sangre y disminuye el riesgo de diabetes tipo 2. Un tipo de grasa poliinsaturada son los ácidos grasos omega-3, presentes en algunos tipos de pescado graso, disminuye el riesgo de enfermedad arterial coronaria y ayudar a bajar los niveles de presión arterial.

Los alimentos hechos en su mayoría de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas son líquidos a temperatura ambiente, tales como aceite de oliva, aceite de cacahuete y de maíz.

En el siguiente post hablaremos sobre el colesterol y los diferentes tipos de lipoproteínas que existen y para qué sirven.